domingo, 19 de febrero de 2012

Crónica fotográfica de una mañana reivindicativa

Siempre cuesta levantarse un domingo temprano, aunque haya manifestación, pero la ilusión te hace abandonar el calor de la cama cuando piensas que la mañana puede triunfar. Un buen desayuno termina de despejarte y tu mente vuelve a bucear en los motivos que te llevan a desear salir y gritar que este mundo no es como debería. Esos pensamientos empiezan a alimentar una pizca de odio en tu interior, mezclado con fuerza e ilusión, cuando te diriges al metro no queda rastro del cansancio inicial.

Es curiosa la sensación de camino a una manifestación, pasas el trayecto pensando en como saldrá, si será respaldada o te encontrarás siendo protagonista real de ese clásico "son cuatro gatos". Salir del metro, llegar a Cibeles y encontrarte esto, despeja todas las dudas...


Tras la felicidad que da el primer vistazo comienzas a moverte por la mani, haces fotos, buscas a l@s amig@s y te unes a la protesta. 57 ciudades convocadas y parece que el éxito se repite por toda España, cientos de miles de personas recorren Barcelona, Valencia, Bilbao, Alicante, Zaragoza,...

Banderas al viento recuerdan que los ideales no han muerto para todo el mundo, quizás algún día no muy lejano...


Tras recorrer el Paseo del Prado, lleno hasta arriba, subimos por Alcalá para darnos cuenta de que realmente, mucha gente empieza a juntarse hoy. Desde el cruce con Gran Vía se aprecia la calle llena, hacia Sevilla está igual y la manifestación se supone que todavía no ha arrancado en Neptuno.

Recordamos porque estamos aquí, con la reforma laboral aprobada, el despido se convierte en un recurso fácil y las indemnizaciones en una pantomima. 20 días por año trabajado hasta un máximo de 12 meses; condiciones laborales condicionadas por la situación que atraviese la empresa; sueldos, salarios y horarios "flexibles", es decir misteriosos, decididos y a libre disposición de ser modificados por el empresario en cualquier momento bajo amenaza de despido, contratos precarios... Previsión, 6 millones de parados a finales de 2012.


Comienzan a oirse primeras estimaciones, cerca de medio millón en Madrid y Barcelona, decenas de miles en el resto, como siempre al final del día las fuentes "oficiales" nos rebajarán a tres tipos con silbatos que se perdieron dando un paseo por el centro de Madrid. Mientras tanto la afluencia de gente no baja, si no que crece, Sol está llenándose, Alcalá está repleta y la gente se desvía por Gran Vía. Mientras tanto, desde Neptuno cuentan que todavía hay buena parte de los manifestantes allí.

Las calles están abarrotadas de personas de todos los géneros y edades. Desde niños a ancianos, de perroflautas a policías y militares que tratan de transmitir que ellos también son parte del pueblo. Hasta en los lugares más contaminados encuentras buenas personas.




De Sol volvemos a Alcalá para ver llegar a la columna crítica. Esta manifestación no podía ser obviada, pero la patrocinan unos sindicatos adocenados y vendidos. La imagen ofrecida por CCOO y UGT durante todos estos años, durante las protestas del 15-M, durante la crisis, ha sido lamentable, siempre por detrás y con una tibieza y una conformidad impropias del sindicalismo. 2011 ha entrado en la historia como el año que el pueblo despertó y trató de tomar las calles, por todo el mundo se extendió una conciencia y un espíritu revolucionario que ningún partido ni sindicato supo representar. La lucha no se limita a hoy, debe seguir y el trabajo diario de las asambleas, comisiones y foros de indignados están aportando más cambios de los que han logrado los cauces oficiales.


Cerrando la marcha los que exigimos menos tibieza y más decisión, ¿cuando la huelga general?, ¿cuando dejar de arrodillarse ante los designios de unos pocos? El pueblo espera un cambio, la obligación del gobierno es ofrecérselo, pero nunca a su costa. Tras tantos años de inactividad el momento del cambio está aquí y debe ser alimentado, las voces de todos deben alzarse y ser respetadas.




Al llegar a casa comienza el baile de cifras 500.000 según sindicatos, 50.000 según la Policía, un señor paseando al perro y algunos turistas según Intereconomía... Pueden tratar de reducirnos, de enterrarnos en el olvido y el desprecio, este país sabe mucho de eso, ya lo vivió durante 35 años de dictadura. Sin embargo, las protestas no van a parar ni detenerse, no pensamos conformarnos y, mucho menos, olvidar.

2 comentarios:

  1. Muy bueno, sí señor.
    Aquí, en Salamanca, famosa ciudad por su Universidad y su "Fachada", la participación ha sido bastante menos numerosa, tal vez porque coincidía con la hora de misa....
    Se ha hecho lo que se ha podido.

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  2. ¡¡Me encanta!!
    Sólo una cosa que aportar... además de toda la gente que fue hay que tener presente a mucha otra que no pudo estar fisicamente en Sol por diferentes motivos, pero que tenía allí su espíritu de lucha y su fuerza.

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